REE Volumen 13(2)
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Preeclampsia - eclampsia diagnóstico y tratamiento
Preeclampsia - eclampsia diagnosis and treatment
Lino Arturo Rojas Pérez
1,2
Lino Arturo Rojas Cruz
3
María Daniela Villagómez Vega
2
Augusto Ernesto Rojas Cruz
4
Andrés Eduardo Rojas Cruz
4,5
1
Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, Riobamba, Ecuador.
2
Hospital Provincial General Docente de Riobamba, Ministerio de Salud Pública, Riobamba,
Ecuador.
3
Hospital Básico de la Brigada de Caballería Blindada No 11 Galápagos, Riobamba, Ecuador.
4
Hospital de Especialidades de las Fuerzas Armadas No 1, Quito, Ecuador.
5
Universidad de las Américas, Quito, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dr. Lino Arturo Rojas Pérez, linoarojas@hotmail.com, celular
0991898083, dirección Jacinto González No 1951 y Rey Cacha, Riobamba, Ecuador
RESUMEN
La preeclampsia - eclampsia es una de las complicaciones que puede presentarse durante el
embarazo parto o puerperio que aumentan la morbimortalidad materno perinatal y neonatal,
siendo estas patologías las primeras causas de muerte materna en el país y una de las principales
causas de muerte materna a nivel mundial. Se caracteriza por hipertensión asociada a proteinuria,
o hipertensión y afectación de órganos blanco con o sin proteinuria en la última mitad del
embarazo. Su oportuno diagnóstico y manejo ayudará a disminuir el riesgo de complicaciones
que pueden presentarse como convulsiones, accidente cerebrovascular, síndrome de HELLP
entre otros. Las acciones que se realicen para su diagnóstico y el manejo adecuado y oportuno
pueden inuir directamente en el pronóstico futuro de la paciente y de su hijo. En esta revisión
se ha seleccionado artículos en idioma inglés o español que fueron los más relevantes sobre este
tema.
Palabras clave: preeclampsia, eclampsia, convulsiones.
ABSTRACT
Preeclampsia - eclampsia is one of the complications that can occur during pregnancy, childbirth
or puerperium, these ones increase perinatal and neonatal maternal morbidity and mortality,
these pathologies being the rst causes of maternal death in the country and one of the main
causes of maternal death around the world. It is characterized by hypertension associated with
proteinuria or hypertension, and involvement of white organs with or without proteinuria in
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the last half of pregnancy. Its timely diagnosis and management will help reduce the risk of
complications that may occur such as seizures, stroke, HELLP syndrome and others. The
actions taken for diagnosis and proper and timely management can directly inuence the future
prognosis of the patient and her child. In this review it has been selected articles in English and
Spanish language that were the most relevant on this topic.
Keywords: preeclampsia, eclampsia, seizures.
INTRODUCCIÓN
La preeclampsia se presenta a partir de las 20 semanas de gestación y su cuadro clínico se
caracteriza por hipertensión arterial asociado a proteinuria o hipertensión con o sin proteinuria,
pero con afectación de órgano blanco, es una patología que puede complicar el embarazo
causando aumento de la morbimortalidad materna, perinatal y neonatal.
(1–3)
Puede afectar
múltiples órganos y sistemas y poner en riesgo la vida de la gestante y de su hijo. La progresión
de un cuadro no severo (anteriormente denominado leve) a uno grave puede ser gradual o
rápido.
(1)
Un enfoque primordial durante el control del embarazo es determinar en la primera consulta
prenatal los factores de riesgo de preeclampsia y desarrollar las acciones pertinentes para
su prevención, y durante los controles subsiguientes investigar signos y síntomas que puede
asociarse a esta patología. Si se realiza un diagnóstico apropiado, se puede llevar a cabo un
manejo adecuado y disminuir las complicaciones que pudieren presentarse como convulsiones,
accidente cerebro vascular, síndrome de HELLP, desprendimiento normoplacentario, edema
agudo de pulmón, insuciencia renal aguda, compromiso del bienestar fetal e inclusive muerte
fetal intrauterina o muerte materna,
(4)
por lo tanto, el manejo adecuado y oportuno evitará
dichas complicaciones que ponen en peligro la salud de la madre y de su hijo. El tratamiento
denitivo es la terminación del embarazo.
(4)
El momento del parto está determinado por la
gravedad del cuadro clínico y sus complicaciones que pudieran presentarse, o el mayor riesgo
de las mismas si continua el embarazo.
DESARROLLO
La preeclampsia se caracteriza por hipertensión asociada a proteinuria o hipertensión con o
sin proteinuria pero con afectación de órgano diana a partir de la segunda mitad del embarazo,
puede presentarse también en el puerperio
(5–12)
y en embarazos de menos de 20 semanas en
casos de mola hidatiforme, nefritis lúpica, púrpura trombocitopénica trombótica, síndrome
urémico hemolítico, síndrome antifosfolipídico, hígado graso agudo del embarazo, y puede
afectar a múltiples órganos y sistemas.
(1,2,13)
La progresión de un cuadro no severo (anteriormente
denominado leve) a uno grave puede ser gradual o rápido.
(1)
Un cuadro hipertensivo en el embarazo se lo dene como el aumento de la presión arterial sistólica
(PAS) igual o mayor de 140 mm Hg, y una presión arterial diastólica (PAD) igual o mayor de
90 mm Hg, que se repiten dichos valores o similares por lo menos después de 15 minutos de
la primera toma; y se considera grave si la PAS es igual o mayor 160 mm Hg y/o PAD igual
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o mayor de 110 mm Hg.
(4)
Cuando se presenta en el embarazo es una complicación grave que
puede poner en peligro el bienestar del binomio madre hijo y aumentar su morbimortalidad,
es fundamental y prioritario unicar criterios para su diagnóstico y manejo debido que existe
gran diversidad de los mismos y lo fundamental es lograr su unicación de acuerdo a la
evidencia más actual.
(4)
Los trastornos hipertensivos del embarazo representan la complicación más común en el
embarazo, afectando aproximadamente el 15% de los embarazos y representan casi el 18%
de todas las muertes maternas en el mundo, con un estimado de 62 000 a 77 000 muertes por
cada año.
(12,14,15)
Constituyen una de las principales causas de mortalidad materna y perinatal
en todo el mundo.
(16)
En Ecuador, la preeclampsia y eclampsia constituyen la principal causa de muerte materna, y
representan aproximadamente el 27.53 % de todas sus causas.
(17)
La preeclampsia puede presentarse entre 2 y 8 % de todos los embarazos a nivel mundial.
(18)
En América Latina y el Caribe, los trastornos hipertensivos son responsables de casi el 26%
de las muertes maternas, mientras que en África y Asia contribuyen al 9% de las muertes. Si
bien la mortalidad materna es mucho menor en los países de ingresos altos que en los países
en desarrollo, el 16% de las muertes maternas se pueden atribuir a trastornos hipertensivos.
(14,18)
Los signos y síntomas de la preeclampsia que se pueden presentar incluyen plaquetopenia,
insuciencia renal, disfunción hepática, edema agudo de pulmón, alteraciones del sistema
nervioso central, epigastralgia o hipocondralgia derecha. Las posibles complicaciones
maternas incluyen convulsiones, accidente cerebro vascular, síndrome de HELLP,
desprendimiento normoplacentario, edema agudo de pulmón, insuciencia renal aguda,
coagulación intravascular diseminada, falla hepática, compromiso del bienestar fetal e
inclusive muerte fetal intrauterina o muerte materna.
(4)
La afectación fetal o neonatal es el
resultado de la insuciencia placentaria y del probable parto prematuro que se tendría que
realizar por gravedad materna para disminuir su morbimortalidad.
(9)
La presencia de factores de riesgo clínico y de patologías maternas preexistentes aumentan
la probabilidad que la gestante presente preeclampsia, dentro de las principales tenemos
la hipertensión arterial crónica, la insuciencia renal, enfermedades autoinmunes como el
lupus eritematoso, trombolias, síndrome de anticuerpos antifosfolipídicos, la obesidad,
la resistencia a la insulina, diabetes y antecedentes de preeclampsia o cualquier trastorno
hipertensivo en un embarazo anterior, sobre todo si se produjo antes de las 34 semanas de
gestación.
(10)
Las características clínicas de la preeclampsia se pueden presentar con hipertensión arterial
asociado a proteinuria con o sin afectación de órganos diana, y en ausencia de proteinuria
con hipertensión asociada a uno de los siguientes: plaquetas inferiores a 100.000 microlitros
(μL), creatinina sérica superior a 1,1 miligramos/dL o el doble de la concentración normal,
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enzimas hepáticas elevadas al doble de la concentración normal, edema agudo de pulmón, o
trastornos visuales o cerebrales (afectación del sistema nervioso central),
(16,19,20)
y se ha incluido
actualmente a los signos para el diagnóstico de preeclampsia sin proteinuria el dolor epigástrico
o la hipocondralgia derecha.
(16)
Las cuales se deben a necrosis parenquimatosa periportal y
focal, edema de células hepáticas, o distensión de la cápsula de Glisson, o una combinación de
ellas.
(16)
Actualmente se ha evidenciado que la preeclampsia puede tener algún componente genético.
(16)
En revisiones sistemáticas y metanálisis se han relacionado a la preeclampsia o cualquier
cuadro hipertensivo del embarazo con un mayor riesgo en el futuro en esa mujer de enfermedad
cardiovascular (hipertensión, infarto de miocardio, insuciencia cardíaca congestiva), accidente
cerebrovascular, enfermedad arterial periférica y mortalidad cardiovascular.
(16)
Y si esta patología se presentó con signos de gravedad de inicio más temprano, su riesgo es
mucho mayor.
(2)
Los hijos de madres que presentaron preeclampsia tienen mayor riesgo en el futuro de desarrollar
problemas cardiovasculares desde una edad más temprana.
(4)
Clasicación y diagnóstico
La preeclampsia se clasica en preeclampsia sin signos de gravedad y preeclampsia con signos
de gravedad.
(4)
La preeclampsia sin signos de gravedad se caracteriza por hipertensión sistólica igual o mayor
de 140 mm Hg, y/o hipertensión diastólica igual o mayor de 90 mm Hg, tomados en una segunda
ocasión con una diferencia de por lo menos 15 minutos, asociada a proteinuria y sin afectación
de órgano blanco.
(21)
La preeclampsia con signos de gravedad se caracteriza por hipertensión sistólica igual o mayor
de 160 mm Hg. y/o hipertensión diastólica igual o mayor de 110 mm Hg. tomados en una
segunda ocasión con una diferencia de por lo menos 15 minutos,
(21)
asociada a proteinuria, o
puede diagnosticarse también con una hipertensión de cualquier grado, con o sin proteinuria,
pero con afectación de órgano blanco.
(22)
La proteinuria es una de las características que nos ayuda al diagnóstico de preeclampsia. Sin
embargo la gravedad de la proteinuria no se asocia directamente con resultados maternos y
neonatales adversos, además, la proteinuria grave mayor de 5 g en 24 horas ya no se considera
una característica diagnóstica de la preeclampsia con signos de gravedad.
(23)
La proteinuria sugestiva de preeclampsia es aquella que tiene un valor igual o mayor de 300
mg en orina de 24 horas, o una relación proteinuria/creatinuria en muestra aislada de orina al
azar igual o mayor de 30 miligramos sobre milimoles (mg/mmol) o igual o mayor de 0.26 mg
proteinuria/mg de creatinuria o proteinuria al azar con tira reactiva igual o mayor de 1+.
(4,24)
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El Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia eliminó la proteinuria como un criterio para
el diagnóstico de preeclampsia con signos de gravedad. También eliminó la proteinuria mayor
de 5 gramos/24 horas y la restricción del crecimiento intrauterino y la oliguria como posibles
características de la enfermedad grave.
(19,25)
El síndrome de HELLP se caracteriza por hemólisis, enzimas hepáticas elevadas y plaquetopenia.
(26,27)
Representa una complicación grave de la preeclampsia. Aproximadamente del 15 a 20 por
ciento de los pacientes con síndrome de HELLP no tienen hipertensión o proteinuria, por lo que
puede tratarse de un trastorno separado de la preeclampsia.
(28)
Tanto la preeclampsia con signos
de gravedad y síndrome de HELLP pueden estar asociados con disfunción hepáticas grave,
incluyendo infarto, hemorragia y rotura hepática.
(26)
La evidencia ha demostrado que el uso de cefalea como criterio de diagnóstico para la
preeclampsia con signos de gravedad no es conable y no es especíca.
(16)
Por lo tanto, se
requiere un enfoque diagnóstico más exhaustivo cuando faltan otros signos y síntomas que
corroboren el diagnóstico de preeclampsia con signos de gravedad.
(16)
La cefalea de inicio reciente que no responde al paracetamol y que no se explica por diagnósticos
alternativos es muy probable que sea un síntoma de preeclampsia con signos de gravedad.
(16)
Manejo
La preeclampsia con signos de gravedad generalmente se considera una indicación para
terminación del embarazo. Dicha terminación disminuye el riesgo de desarrollar complicaciones
maternas y/o fetales graves.
(5)
Cuando se presenta preeclampsia sin signos de gravedad se recomiendan el parto a partir de
las 37 semanas de gestación.
(1)
La preeclampsia, la eclampsia y el síndrome de HELLP, por si
mismas no son indicación de cesárea y si existe una buena pelvis, un bienestar fetal adecuado y
condiciones obstétricas favorables se podría intentar un parto por vía vaginal.
(1)
Independientemente de la edad gestacional, si existe hipertensión severa es decir PAS igual
o mayor de 160 mm Hg y/o PAD igual o mayor de 110 mm Hg que no se puede controlar,
disfunción grave del órgano blanco de la madre o pruebas que determinen afectación del
bienestar fetal se recomienda terminación del embarazo.
(1)
El Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia recomienda que si una gestante presenta
preeclampsia sin signos de gravedad, se puede realizar un manejo expectante ambulatorio
siempre que la paciente esté bien informada y se realice un seguimiento secuencial, monitoreos
frecuentes maternos y fetales, incluida la presión arterial, ecografía y estudios de laboratorio
(recuento de plaquetas, creatinina sérica, enzimas hepáticas).
(1)
En los pacientes que presenten preeclampsia no se recomienda reposo estricto en cama ya
que no hay evidencia de que mejore el resultado del embarazo o retrase la progresión de la
enfermedad. Además, el reposo estricto en cama en mujeres embarazadas se ha asociado con
un mayor riesgo de tromboembolismo venoso.
(1)
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Las mujeres con hipertensión gestacional con presión arterial grave (una presión arterial sistólica
igual o mayor de 160 mm Hg. y/o presión arterial diastólica igual o mayor de 110 mmHg.)
deben ser manejadas como si se tratara de preeclampsia con signos de gravedad,
(16)
y deben
recibir sulfato de magnesio y demás protocolos que se utilizan en este tipo de pacientes.
(13,29)
En casos de embarazos pretérmino con preeclampsia sin signos de gravedad, se puede realizar
un manejo conservador porque puede mejorar los resultados perinatales, pero se recomienda
realizar un frecuente monitoreo del estado materno-fetal.
(4)
En embarazos entre las 24 y 34 semanas con 6 días que presenten preeclampsia, se recomienda
la administración de glucocorticoides para maduración pulmonar fetal.
(4)
La dosis de corticoide
recomendado es Betametasona 12 mg intramuscular cada 24 horas por 2 dosis o Dexametasona
6 mg intramuscular cada 12 horas por 4 dosis.
(30,31)
Si es muy probable que el nacimiento de un feto se produzca entre las 24 y 34 semanas con 6
días en menos de 24 horas, se puede aplicar Betametasona o Dexametasona 12 mg intramuscular
cada 12 horas por 2 dosis.
(4,32)
Los corticoides administrados para maduración pulmonar, disminuyen la morbimortalidad
neonatal. Además, ha demostrado reducir el síndrome de membrana hialina del recién nacido,
(4)
enterocolitis necrotizante y hemorragia intraventricular.
(30)
La administración de betametasona o dexametasona pueden considerarse en mujeres con
embarazos entre 34 y 36 semanas con 6 días de gestación que están en riesgo de parto prematuro
dentro de los próximos de 7 días, y que no hayan recibido un curso previo de corticosteroides
prenatales.
(30,33,34)
Un curso de repetición único de corticosteroides prenatales se debe considerar en las mujeres
que tienen menos de 34 semanas de gestación que están en riesgo de parto prematuro dentro
de los próximos de 7 días, y cuyo curso de corticosteroides prenatales se administró hace más
de 14 días anteriores.
(30)
Un curso de corticosteroides de rescate podrían administrarse luego de
7 días después del ciclo previo recibido, si está indicado por un nuevo evento de amenaza de
parto prematuro.
(30)
Una emergencia hipertensiva se considera cuando la presión arterial sistólica es igual o mayor
de 160 mmHg. y/o la presión arterial diastólica igual o mayor de 110 mmHg. En este caso es
necesario utilizar antihipertensivos para disminuir el riesgo de complicaciones cerebrovasculares
y cardiovasculares como: encefalopatía, hemorragia cerebral, insuciencia cardíaca congestiva
y muerte fetal como materna.
(4,35)
En los casos de crisis hipertensiva se debe utilizar antihipertensivos como la nifedipina de
acción rápida y el labetalol intravenoso que son los medicamentos de primera línea y seguros
para el manejo de este tipo de pacientes durante el embarazo. La evidencia demuestra que la
nifedipina es más rápida para controlar la hipertensión y es más efectiva que el labetalol.
(4,36)
La nifedipina oral y labetalol intravenoso son igual de ecaces y presentan menores efectos
adversos con relación con otros antihipertensivos.
(4)
Otro antihipertensivos que se utiliza para
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la emergencia hipertensiva es la hidralazina, la misma que ha demostrado ser más ecaz para
disminuir la persistencia de hipertensión severa, que el labetalol. Sin embargo, la hidralazina no
supera la acción de la nifedipina.
(4)
En emergencia hipertensiva se administra la nifedipina 10 mg vía oral cada 20 o 30 minutos
dosis respuesta, la dosis máxima es de 60 mg y luego se puede continuar de 10 a 20 mg cada 6
horas con una dosis máxima de 120 mg en 24 horas.
(4)
El labetalol se inicia con dosis de 20 mg
por vía intravenosa durante 2 minutos seguidos a intervalos de 10 minutos por dosis de 20 a 80
mg hasta una dosis total acumulada máxima de 300 mg.
(4)
La hidralazina se inicia con una dosis
de 5 mg intravenoso en bolo, si no existe mejoría de la hipertensión se puede utilizar otra dosis
de 5 a 10 mg cada 20 a 30 minutos en bolos, o 0.5 a 10 mg hora por vía intravenosa, la dosis
máxima a utilizar es de 20 mg vía intravenosa o 30 mg por vía intramuscular.
(4)
Una de las complicaciones de la preeclampsia es la presencia de convulsiones, el medicamento
de primera elección como preventivo de las mismas en la preeclampsia – eclampsia y en
hipertensión gestacional grave es el sulfato de magnesio.
(1,4,16)
Por lo tanto, se recomienda utilizar
el sulfato de magnesio en estas patologías como fármaco de primera línea como preventivo de
convulsiones.
(5,12,16,37,38)
El mecanismo de acción del sulfato de magnesio probablemente es central. Eleva el umbral
convulsivo por su acción en el receptor N-Metil D-Aspartato (NMDA), estabilizando la
membrana por su acción como bloqueador de los canales de calcio en el sistema nervioso
central, además disminuye, la liberación de acetilcolina en las terminales nerviosas motoras.
Promueve la vasodilatación de vasos cerebrales dependiente de calcio, lo que reduce el
barotrauma cerebral.
(4,5)
Por lo expuesto, para todas las mujeres con preeclampsia, eclampsia e hipertensión gestacional
grave se recomienda la utilización de sulfato de magnesio como preventivo de convulsiones.
(4,16)
Se debe también utilizar en estos casos durante el parto, transcesárea y posparto;
(4,39)
y
mantener hasta 24 horas posparto, pos cesárea o 24 horas después de la última convulsión.
(4)
La dosis del sulfato de magnesio en preeclampsia es de 4 g intravenoso en 20 minutos como
dosis de impregnación, seguido de 1 g/hora en venoclisis continua como dosis de mantenimiento.
(4)
Se recomienda la siguiente dilución para su protocolización: impregnación: preparar una
solución de 20 mL de sulfato de magnesio al 20 % (4 g), más 80 mL de solución isotónica, y
pasar a 300 ml/hora en bomba de infusión o 100 gotas/minuto con equipo de venoclisis en 20
minutos (4 g en 20 minutos).
El mantenimiento: colocar 50 mL de sulfato de magnesio al 20 % (10 g), más 450 mL de
solución isotónica, esta preparación se debe pasar a 50 mL/hora en bomba de infusión o 17
gotas /minuto con equipo de venoclisis (1 g/hora).
(4,40)
Para pacientes con eclampsia la dosis del sulfato de magnesio es de 6 g intravenoso en 20
minutos como dosis de impregnación, seguido de 2 g/hora en venoclisis continua como dosis de
mantenimiento.
(4)
Se puede utilizar la siguiente dilución para su protocolización: impregnación:
preparar una solución de 30 mL de sulfato de magnesio al 20 % (6 g), más 70 mL de solución
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isotónica, y pasar a 300 ml/ hora en bomba de infusión o 100 gotas/minuto con equipo de
venoclisis en 20 minutos (6 g en 20 minutos). El mantenimiento: colocar 100 mL de sulfato de
magnesio al 20 % (20 g), más 400 mL de solución isotónica, y pasar a 50 mL/hora en bomba de
infusión o 17 gotas /minuto con equipo de venoclisis (2 g/hora).
(4,40)
El rango terapéutico de los niveles de sulfato de magnesio en sangre uctúa entre de 4 a 7
meq/L (4.8 a 8.4 mg/dL),
(1)
en mujeres con buena función renal la toxicidad por magnesio es
poco frecuente. La toxicidad está relacionada directamente con dichos niveles. Puede presentar
pérdida de los reejos tendinosos profundos con valores entre 7 y 10 mEq / L (8,5 a 12 mg/dL),
parálisis respiratoria entre 10 y 13 mEq/L (12 a 16 mg/dL), alteración de la conducción cardíaca
con valores mayores de 15 mEq/L (mayores de 18 mg/dL), y el paro cardíaco puede presentarse
con valores mayores de 25 mEq/L (mayor de 30 mg/dL).
(1)
Si existen signos clínicos de toxicidad, la dosis de mantenimiento debe suspenderse, y realizarse
la cuanticación del nivel de magnesio en sangre. Con valores mayores de 8 mEq / L (9.6 mg/
dL), se debe determinar los niveles de magnesio cada dos horas. La infusión se puede reiniciar
con una dosis más baja cuando el nivel sérico es menor de 7 mEq / L (8.4 mg/dL).
(1)
La dosis de mantenimiento del sulfato de magnesio solo se debe administrar si existe reejo
rotuliano presente (la primera manifestación de hipermagnesemia sintomática es la pérdida de
los reejos), la frecuencia respiratoria igual o mayor de 12 respiraciones por minuto y diuresis
por lo menos de 100 ml durante cuatro horas.
(1)
La dosis de mantenimiento debe ajustarse en mujeres con insuciencia renal. Debe mantenerse a
1 g / hora si la creatinina sérica es mayor de 1.2 y menor de 2.5 mg/dL y no se debe administrarse
la dosis de mantenimiento si la creatinina sérica es igual o mayor de 2.5 mg/dL.
(1)
Si se presentan convulsiones recurrentes a pesar de estar utilizando el sulfato de magnesio
debe administrarse un bolo adicional de 2 g en 20 minutos y un incremento de la infusión
de mantenimiento a 2 g o 3 g/hora, pero debe realizarse un monitoreo clínico frecuente para
detectar signos de intoxicación por magnesio. Estos signos pueden ser la pérdida de los reejos
tendinosos profundos, frecuencia respiratoria menor de 12 respiraciones por minuto, y diuresis
menor de 100 ml durante 4 horas previas.
(1,4)
No se debe administrar más de 8 g del sulfato de magnesio en total como dosis de impregnación,
incluidos los bolos adicionales en caso de persistencia de convulsiones.
(4)
Si dos de estos bolos
no controlan las convulsiones deben considerarse otros fármacos como el diazepam 5 a 10 mg
intravenoso cada 5 a 10 minutos a una velocidad igual o menor de 5 mg/min y la dosis máxima
de 30 mg, o midazolam 1 a 2 mg intravenoso en bolo a una velocidad de 2 mg/minuto. Se
pueden administrar bolos adicionales cada 5 minutos hasta que cedan las convulsiones (dosis
máximo de 7.5 mg).
(4)
Se debe evaluar clínicamente cada una a dos horas los signos clínicos de toxicidad por magnesio,
y realizar la determinación sérica de magnesio cada seis horas como complemento de la
evaluación clínica.
(1)
El antídoto en casos de signos de intoxicación por sulfato de magnesio es
el gluconato de calcio. En caso de compromiso cardiorrespiratorio, se administra gluconato de
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calcio 1 g intravenoso durante 2 a 5 minutos de una solución al 10 %.
(1)
En caso de paro cardíaco
o toxicidad cardíaca grave se administra gluconato de calcio de 1.5 a 3 g por vía intravenosa
durante 2 a 5 minutos de una solución al 10 %. Se debe además administrar concomitante
furosemida por vía intravenosa porque acelera la excreción urinaria de magnesio.
(1)
Contraindicaciones: las pacientes que presenten miastenia grave, no deben recibir sulfato de
magnesio porque pueden precipitar una crisis miastémica. En ese caso de debe utilizar otros
fármacos anticonvulsivos alternativos.
(5)
La alternativa en caso de contraindicación para el uso del sulfato de magnesio es la fenitoina
que se puede utilizar a una dosis de 15 a 20 mg/kg de peso, a no más de 50 mg/minutos como
dosis de impregnación. Si persistiría las convulsiones a pesar de la dosis administrada, se puede
indicar luego de 20 minutos de la dosis inicial una dosis adicional de carga a razón de 10 mg/
kg vía intravenosa. La dosis de mantenimiento se debe iniciar a las 12 horas de la dosis inicial
de carga, y se administra 100 mg intravenoso cada 6 a 8 horas, a no más de 50 miligramos por
minuto (mg/min).
(4)
La administración de líquidos debe controlarse estrechamente para evitar el riesgo de un edema
agudo de pulmón. Se puede utilizar una dosis de una infusión isotónica a razón de 1 ml/Kg/hora,
o hasta 80 ml/hora. Si se presenta oliguria se puede administrar un bolo de líquidos isotónicos
de 300 ml y si persiste su oliguria o anuria sugiere que existe una insuciencia renal y esto debe
ponernos en alerta para reducir el riesgo de un edema pulmonar iatrogénico.
(1)
Por lo expuesto se considera que la preeclampsia, eclampsia son complicaciones graves que
puede presentarse durante el embarazo, su diagnóstico oportuno y su manejo eciente puede
disminuir la morbimortalidad materna, perinatal y neonatal que puede presentarse.
CONCLUSIONES
Uno de los objetivos del milenio es la disminución de muerte materna, y siendo la preeclampsia,
y la eclampsia sus primeras causas de muerte materna en el país y una de las principales causas
de morbimortalidad a nivel mundial, es fundamental el su conocimiento apropiado de estas
patologías y sobre todo lo relacionado con el diagnóstico y el manejo actualizado y oportuno en
base a la evidencia cientíca más actualizada lo cual ayudará a disminuir la morbimortalidad
materna – perinatal y todas las complicaciones que pueden presentarse.
La preeclampsia se caracteriza por la aparición de un cuadro hipertensivo en el embarazo
asociado a proteinuria, o hipertensión más afectación de un órgano blanco, a partir de la segunda
mitad del embarazo, parto o puerperio. Las complicaciones que pueden presentarse por esta
patología son convulsiones, accidente cerebro vascular, síndrome de HELLP, desprendimiento
normoplacentario, edema agudo de pulmón, insuciencia renal aguda, compromiso del bienestar
fetal e inclusive muerte fetal intrauterina o muerte materna. Por lo tanto, es fundamental que
todas las instituciones de salud que atienden mujeres gestantes tengan un protocolo actualizado
y en base a la evidencia cientíca más actualizada sobre el diagnóstico y manejo de esta
patología; y la clave es reconocer esta patología, y utilizar esta protocolización que ayudaría al
cumplimiento adecuado de su tratamiento para disminuir la morbimortalidad materno perinatal.
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Además, los establecimientos de salud y el personal médico que atiende a gestantes deben
adoptar políticas, protocolos y directrices para hacer frente a complicación materna.
Conicto de intereses: los autores declaran que no existen.
Declaración de contribución:
Todos los integrantes participaron en la recolección de la información cientíca actualizada; así
como, en la elaboración y organización del documento.
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Recibido: 13 de mayo de 2019
Aprobado: 21 de junio de 2019