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BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
39
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
40
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
41
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
42
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
43
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
44
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
45
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2023
Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Medida
Resultado
Tamaño de la muestra
20
Coeficiente alfa de Cronbach
0,85
Validez (análisis factorial exploratorio)
Adecuado
Varianza total explicada
65 %
Número de factores identificados
4
Índice de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO)
0,78
Prueba de esfericidad de Bartlett
p < 0,001
Cargas factoriales
Factor 1
Calidad de las instalaciones (0,72),
accesibilidad al centro de salud (0 ,68)
V de Aiken= 0,4904
Factor 2
Barreras individuales/psicosociales
(0,79), barreras socioeconómicas (0 ,74)
V de Aiken= 0,5859
Factor 3
Acceso al ginecólogo (0,83), horario de
atención (0,67)
V de Aiken= 0,5689
Factor 4
Barreras institucionales (0,86)
V de Aiken= 0,7396
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cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
46
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Variable
Frecuencia
absoluta
Porcentaje
Edad
19-24 años
6
3,92 c
25-30 años
122
79,74 a
31-35 años
20
13,07 b
> 35 años
5
3,27 c
Procedencia
Rural
119
77,78 a
Urbana
34
22,22 b
Nivel de escolaridad
Primaria
35
22,88 b
Secundaria
58
37,91 a
Técnico superior
29
18,95 c
Universitario
31
20,26 bc
Situación laboral de la gestante
Ama de casa
43
28,1 b
Estudiante
23
15,03 c
Trabajadora
73
47,71 a
Desempleada
14
9,15 d
Estado civil
Soltera
52
33,99 b
Casada
72
47,06 a
Divorciada
12
7,84 c
Unión libre
12
7,84 c
Viuda
5
3,27 d
Situación laboral del padre
Estudiante
29
18,95 b
Trabajador
101
66,01 a
Desempleado
23
15,03 b
Ingreso promedio familiar
Un salario básico
110
71,9 a
Dos salarios básicos
29
18,95 b
Tres o más salarios básicos
14
9,15 c
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cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
47
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Variable
%
Edad gestacional a la que inició al primer control prenatal
1er trimestre
83,01 a
2do trimestre
16,99 b
3er trimestre
0 c
Cantidad de controles prenatales
Menos de 4 controles
22,22 b
Entre 4 y 6 controles
56,86 a
Más de 6 controles
20,92 b
Cantidad de gestaciones
Primera gestación
28,1 c
Dos gestaciones
47,06 a
Más de dos gestaciones
24,84 b
Cantidad de partos
Parto vaginal
56,86 a
Cesárea
43,14 b
Período intergenésico
Menos de 1 año
7,84 b
Entre 1 y 2 años
47,71 a
Más de 2 años
44,44 a
Cantidad de abortos
Ninguno
71,9 a
Un aborto
16,99 b
Dos o más abortos
11,11 c
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Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
48
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Variable
%
Accesibilidad al centro de salud
Cercano y fácil
5,88 c
Cercano y difícil
7,84 c
Lejos y fácil
17,65 b
Lejos y difícil
68,63 a
Calidad de las instalaciones donde fueron atendidas
Excelente
18,95 c
Buena
43,14 a
Regular
24,84 b
Mala
13,07 d
Horario de atención
Conveniente
62,09 a
No conveniente
37,91 b
Tiempo de espera para la consulta
Inmediato
0 d
5 a 15 minutos
16,34 c
15 a 30 minutos
60,78 a
Mayor a 30 minutos
22,88 b
Acceso al ginecólogo
Tuvo dificultades
71,9 a
Sin dificultades
28,1 b
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Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
49
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Variable f %
Odds
ratio
Intervalo de
confianza (95 %)
p
Barreras individuales/psicosociales para no asistir al control prenatal
Embarazo no planificado
138
90,2 a
9,2
5,161-16,3998
< 0,0001
Embarazo no deseado
108
70,59 c
2,4
1,5869-3,6298
< 0,0002
Depresión y/o no sentirse bien
97
63,4 d
1,732143
1,1634-2,5789
0,0068
Atención prenatal no percibida como
prioridad
65 42,48 g 0,738636 0,4995-1,0922 0,1290
Desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja
79 51,63 e 1,067568 0,7241-1,5741 0,7414
No le gusta ir sola a las citas
72
47,06 f
0,888889
0,6027-1,3110
0,5525
Hospitalización relacionada con el
embarazo
7 4,58 jk 0,047945 0,0217-0,1057 < 0,0001
Poca importancia al control por
creencias culturales
12 7,84 i 0,085106 0,0453-0,1599 < 0,0001
Poca importancia al control por no sentir
riesgo
123 80,39 b 4,1 2,5942-6,4799 < 0,0001
Olvido de citas
2
1,31 l
0,013245
0,0032-0,0544
< 0,0001
Dificultad para el cuidado de los demás
hijos
136 88,89 a 8 0,0720-0,2170 < 0,0001
Sola, sin pareja estable
34
22,22 h
0,285714
0,1836-0,4446
< 0,0001
Falta de confianza y satisfacción en el
personal que la atiende
5 3,27 kl 0,033784 0,0135-0,0847 < 0,0001
Acudir a un médico solo en caso de
enfermedad
2 1,31 l 0,013245 0,0032-0,0544 < 0,0001
Sentimientos negativos sobre ver
médicos
11 7,19 i 0,077465 0,0403-0,1488 < 0,0001
Insatisfecho con tratamiento por
proveedor
10 6,54 ij 0,06993 0,0355-0,1379 < 0,0001
Barreras socioeconómicas que impidieron el acceso al control prenatal
Poco apoyo de la familia y pareja
87
56,86 c
1,318182
0,8919-1,9481
0,1657
Dificultades económicas
138
90,2 ab
9,2
5,1610-16,3998
< 0,0001
Dificultades para el traslado a la
institución prestadora de los servicios
143 93,46 a 14,3 7,2508-28,2024 < 0,0001
Dificultad por quehaceres domésticos
134
87,58 b
7,052632
4,1505-11,9839
< 0,0001
Dificultad para obtener permiso en el
trabajo
0 0 d 0,0033 0,0002-0,0528 0,0001
No le permiten asistir al control prenatal
0
0 d
0,0033
0,0002-0,0528
0,0001
Barreras institucionales que impidieron el acceso al control prenatal
Difícil acceso a las citas para la consulta
151
98,69 a
75,5
18,3783-310,1616
< 0,0001
Tiempo de espera prolongado para su
atención
149 97,38 a 37,25 13,4586-103,0989 < 0,0001
Poco tiempo de duración de la consulta
147
96,08 a
24,5
10,5080-57,1229
< 0,0001
Insatisfacción por la atención recibida
12
7,84 b
0,085106
0,0453-0,1599
< 0,0001
Trato inadecuado por parte del personal
3
1,96 c
0,02
0,0062-0,0641
< 0,0001
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Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
50
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
51
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
52
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
53
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
54
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
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En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
56
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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Percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal.
Pregnant women's perception of barriers to accessing prenatal care
https://doi.org/10.37135/ee.04.19.05
Autores:
María Vicenta Cano Montesdeoca1,2 - https://orcid.org/0009-0007-0636-1519
Dadier Marrero González3 - https://orcid.org/0000-0003-2000-1679
Afiliación:
1Programa de Maestría con Trayectoria Profesional en Salud Pública, Facultad de Posgrado, Universi-
dad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
2Centro Materno Infantil y Emergencias IESS de Bahía de Caráquez, Manabí, Ecuador.
3Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Autor de correspondencia: Dadier Marrero González. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad
Técnica de Manabí. Dirección postal: Av. José Miguel Urbina y Che Guevara S/N, Portoviejo, Ecua-
dor. Teléfono: +593 999231772, Email: dadier.marreo@utm.edu.ec.
Recibido: 27 de septiembre de 2023 Aceptado: 20de noviembre de 2023
RESUMEN
Se evaluó la percepción sobre las barreras para el acceso al control prenatal (ACP) de las embarazadas
atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante
marzo-agosto 2023. Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal. La
mayoría de las embarazadas era de procedencia rural (77,78 %), tenía un nivel de escolaridad secundaria
(37,91 %) y trabajaba (47,71 %). El 83,01 % de las embarazadas inició el control prenatal en el primer
trimestre; el 56,86 % tuvo entre 4 y 6 controles prenatales y un período intergenésico de 1 a 2 años
(47,71 %). La accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %) y la calidad de las instalaciones fue
buena (43,14 %). El horario de atención se percibió como conveniente y el tiempo de espera fue de entre
15 y 30 minutos (60,78 %). El 71,9 % tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo. Las principales
barreras individuales/psicosociales fueron embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depre-
sión y desmotivación y dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás hijos. Las
dificultades económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución (93,46 %) y dificultad por
quehaceres domésticos (87,58 %), fueron las barreras socioeconómicas que más afectaron el ACP. Tam-
bién incidieron en el ACP, el difícil acceso a las citas para la consulta (98,69 %), tiempo de espera
prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración de la consulta (96,08 %).
Palabras clave: embarazo, atención prenatal, barreras de acceso a servicios de salud.
ABSTRACT
The perception of barriers to access to prenatal care (APC) of pregnant women treated at the Dr. Arnaldo
Calderón Type C Health Center in Tosagua, Manabí, Ecuador, from March to August 2023, was evalua-
ted. An observational, descriptive, cross-sectional research was carried out. The majority of pregnant
women were from rural origins (77.78%), had a secondary education level (37.91%), and worked
(47.71%). 83.01% of pregnant women began prenatal care in the first trimester; 56.86% had between 4
and 6 prenatal care visits and an intergenic period from 1 to 2 years (47.71%). Accessibility was conside-
red far and difficult (68.83%), and the quality of the facilities was good (43.14%). The opening hours
were perceived as convenient, and the waiting time was between 15 and 30 minutes (60.78%). The 71.9%
had difficulties accessing the gynecologist. The primary individual/psychosocial barriers were unplan-
ned, unwanted pregnancy, with symptoms of depression, lack of motivation, and difficulty attending
appointments to care for the other children. Economic difficulties (90.2%), difficulties transferring to the
institution (93.46%), and difficulties due to household chores (87.58%) were the socioeconomic barriers
that most affected the APC. Difficult access to consultation appointments (98.69%), prolonged waiting
time for care (97.38%), and short duration of the consultation (96.08%) also had an impact on the APC.
Keywords: pregnancy, prenatal care, barriers to access of health services.
INTRODUCCIÓN
La atención prenatal es un servicio de atención médica preventiva ampliamente utilizada, con el objetivo
de mejorar los resultados de salud de las embarazadas y sus bebés. A pesar del énfasis puesto en el valor
de esta atención,(1,2) las disparidades en la utilización del cuidado prenatal persisten incluso en países con
acceso universal a la vigilancia médica. Se han explorado las razones que subyacen a la observación
prenatal inadecuada, utilizando la noción de barreras como percepciones de los aspectos potencialmente
negativos o costos asociados con un comportamiento particular.(3)
Las barreras personales significativas para la atención prenatal incluyen sentimientos negativos sobre el
embarazo o considerar el aborto;(4,5) sentirse generalmente deprimido, enfermo, cansado o abrumado por
problemas personales(6) y falta de motivación para aprender a proteger la propia salud o tener actitudes
negativas hacia el cuidado prenatal.(6) Las mujeres comúnmente identifican la falta de transporte para
llegar a las citas clínicas, los problemas con el cuidado de los niños y un largo tiempo de espera en
las citas como barreras situacionales para la atención.(7) Otras barreras incluyen las actitudes negativas
de los proveedores y el personal de atención médica, la no inclusión de las parejas masculinas en la
experiencia prenatal y el miedo personal a los exámenes o procedimientos médicos.(8) Haberse
mudado recientemente o no tener un proveedor de atención médica regular antes del embarazo son
barreras adicionales.(9)
Durante la gestación suceden procesos fisiológicos y psicológicos que modifican la vida cotidiana de
las embarazadas. La salud materna es una preocupación de las autoridades internacionales y nacionales.
Se plantea que, en el 2020, aproximadamente 292 000 mujeres murieron por causas relacionadas con el
embarazo y el parto en todo el mundo, y el 95 % de todas las muertes maternas ocurrieron en países de
ingresos bajos y medianos.(10)
El control prenatal debe iniciar desde el primer mes de embarazo con frecuencia mensual hasta el
octavo mes, luego cada 15 días hasta el parto. Los estudios sobre este programa han demostrado
que se pueden identificar tempranamente los riesgos y prevenir complicaciones de la mortalidad
materna – neonatal, como la preeclamsia, infecciones, riesgos de parto prematuro, hemorragia
durante el parto y diabetes gestacional(11).
El cuidado de la salud debe ser continuo desde la infancia hasta la adultez y el cuidado prenatal es uno
de los eslabones de la cadena.(12,13) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la atención
prenatal incluye enfoques integrados de la atención médica, psicológica y apoyo social, y las condiciones
óptimas comienzan antes del embarazo y continúa después del nacimiento. En este programa integral
se incluye la detección temprana de embarazo, la primera visita de control prenatal y visitas de
seguimiento después del parto.(14) El propósito de la atención prenatal durante el embarazo y después
del parto, el parto sano sin perjuicio para la salud de la madre.(15)
En resumen, el acceso a la atención prenatal se define como la capacidad potencial de una mujer para
ingresar a los servicios de atención prenatal y cuidar de sí misma y del feto durante el período perinatal.(16)
Se han demostrado los beneficios de la atención prenatal en la mejora de la salud de las madres y los
bebés, los componentes exactos de la atención prenatal y qué hacer en qué momento han sido temas de
debate.(17) Inicialmente, se empleó el enfoque de alto riesgo, en el cual se clasificaban a las embarazadas
como de bajo y alto riesgo según criterios predeterminados, lo que implicaba muchas visitas.(18) Este
enfoque fue difícil de implementar de manera efectiva, ya que muchas embarazadas tenían al menos
un factor de riesgo y no todas desarrollaron complicaciones. Al mismo tiempo, algunas mujeres de
bajo riesgo desarrollaron complicaciones, especialmente durante el parto.(17)
El control prenatal en Ecuador constituye una política pública prioritaria encaminada a disminuir la
morbilidad y mortalidad materno-infantil; además de garantizar el bienestar de la madre y el menor. Sin
embargo, algunas gestantes no acuden a los controles prenatales, y aunque se ha planteado entre las
causas la falta de conciencia por parte de las gestantes; es necesario conocer las barreras que perciben
las embarazadas para el acceso a los servicios disponibles para ellas durante el control prenatal. En este
contexto, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar la percepción sobre las barreras para el acceso
al control prenatal (ACP) de las embarazadas atendidas en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo
Calderón de Tosagua, Manabí, Ecuador, durante el periodo marzo-agosto 2023.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva de corte transversal en el Centro de Salud
Tipo C “Dr. Arnaldo Calderón, Tosagua, Manabí, Ecuador”. La población de estudio estuvo conformada
por las embarazadas atendidas en dicho centro médico durante el periodo marzo-agosto 2023. La muestra,
no probabilística, incluyó a 153 embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión.
Como criterios de inclusión se consideraron a todas las embarazadas mayores de 18 años de edad que
accedieron a participar en el estudio, previa firma del consentimiento informado y que se encontraran
en el tercer trimestre de gestación; mientras que se excluyeron a las gestantes menores de 18 años de
edad y las que se negaron a participar en la investigación.
La información se recopiló mediante un cuestionario (Figura 1) que se validó previamente. En primer
lugar, los ítems del cuestionario fueron revisados para analizar la validez del contenido, los ítems del
cuestionario fueron revisados por expertos en la temática, quienes confirmaron su relevancia y adecua-
ción para medir el constructo en cuestión. Para esta validación por expertos se utilizó el método de
agregados individuales para minimizar los sesgos debido al contacto entre los expertos.
Figura 1. Cuestionario percepción de embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Para la validación del cuestionario mediante un estudio piloto, se suministró un borrador inicial del
cuestionario a 20 gestantes que reflejarán adecuadamente a la población a la que se destinaría el
cuestionario final. Las participantes se seleccionaron en términos de características demográficas,
experiencias y otros aspectos relevantes sobre las posibles barreras al ACP. En este proceso se aclararon
todas sus dudas y se realizaron los ajustes necesarios para asegurar que la retroalimentación y resultados
obtenidos a partir de la prueba piloto fueron aplicables y relevantes para la población objetivo, lo que
contribuiría a la validez y utilidad del cuestionario.
Esto permite identificar posibles problemas en la redacción de las preguntas, la claridad de las opciones
de respuesta y la duración de la encuesta. La retroalimentación recopilada a través de la prueba piloto
se utiliza para realizar ajustes y mejoras en la encuesta, garantizando que sea comprensible y efectiva
antes de su implementación en un contexto más amplio. Este proceso es esencial para asegurar la
validez y la fiabilidad de la encuesta, al eliminar posibles fuentes de error o confusión que podrían
afectar los resultados finales.
Mediante el cuestionario se recogieron datos sociodemográficos como: edad, procedencia (rural /
urbana), nivel de escolaridad (primaria / secundaria / técnico superior / universitario), situación laboral
de las gestantes (ama de casa / estudiante / trabajadora / desempleada), estado civil (soltera / casada /
divorciada / unión libre / viuda), situación laboral del padre del bebé (estudiante / trabajador /
desempleado) e ingreso promedio familiar (un salario básico / dos salarios básicos / tres o más salarios
básicos). Además, se incluyeron datos gineco-obstétricos, como la edad gestacional al primer control
prenatal (1er trimestre/2do trimestre/3er trimestre), cantidad de controles prenatales, cantidad de
gestaciones, cantidad de partos (vaginales/cesárea), período intergenésico (<1 año/1 a 2 años/>2
años) y cantidad de abortos (escala numérica). El cuestionario también abarcó diferentes barreras
asociadas a la calidad de la atención, barreras individuales/psicosociales y barreras socioeconómicas.
Para estas se utilizaron escalas nominales. Las embarazadas indicaron si experimentaron dificultades
o no, en relación a diferentes factores.
A las gestantes se les explicó el propósito del estudio para garantizar que comprendieran las pregun-
tas. Los datos recopilados se analizaron mediante pruebas estadísticas descriptivas para resumir las
respuestas a través de frecuencias absolutas y porcentajes.
Para la validación del cuestionario se realizó un análisis de confiabilidad y validez. Para la confiabili-
dad se calculó el coeficiente alfa de Cronbach y para comprobar su validez, se realizó un análisis
factorial exploratorio (AFE) mediante el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa,
EE.UU.) y se seleccionó un nivel de confianza del 95 %. El estadígrafo V de Aiken se utilizó para
evaluar la consistencia interna del análisis factorial. Se calculó sumando las cargas factoriales al
cuadrado y luego dividiendo entre el número de ítems en cada factor. La fórmula es la siguiente:
Donde: k, es el número de ítems en el factor; λi, son las cargas factoriales para cada ítem en el factor.
Para el procesamiento de los resultados se calcularon las frecuencias absolutas y porcentajes, a partir
de los cuales se realizaron análisis de varianza y, en caso de existir diferencias significativas, se aplicó
la prueba de Tukey-Kramer para determinar las diferencias con un nivel de confianza del 95 %. Se
utilizó el programa Statistics (versión 7, 2004, StatSoft. Inc., Tulsa, EE.UU.). Además, para analizar la
percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asociadas a la
calidad de la atención de las embarazadas se calculó la odds ratio (OR) para comparar la probabilidad
de tener una barrera específica entre el grupo que reporta la barrera y el grupo que no la reporta, según
la ecuación siguiente:
Donde: Probabilidad = Frecuencia absoluta / Total de embarazadas, en cada grupo.
El presente estudio, basado en los principios bioéticos, fue aprobado por el Comité de Ética de
Investigación en Seres Humanos de la Universidad Técnica de Manabí con el código CEISH-UTM-
INT_23-02-02_MVCM; además, la dirección del centro de salud indicó su conformidad con la
investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1 presenta los resultados de la validación del cuestionario "Percepción de Embarazadas sobre
las Barreras para el Acceso al Control Prenatal" realizado mediante una prueba piloto a 20 embarazadas.
Se calculó el coeficiente alfa de Cronbach para evaluar la confiabilidad y se realizó un AFE para evaluar
la validez.
De acuerdo con estos resultados, el coeficiente alfa de Cronbach mostró una buena consistencia interna
de las respuestas. En este caso, el valor fue 0,85, lo que sugiere que las preguntas en la escala están
relacionadas y miden una sola dimensión o constructo de manera confiable. Un valor mayor a 0,7
generalmente se considera aceptable.
La varianza total explicada representa el porcentaje de la varianza total de los datos que es explicado
por los factores identificados en el AFE. La varianza total explicada indicó que el cuestionario capturó
el 65 % de la variabilidad en las respuestas de las embarazadas. El índice de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO), debe considerarse adecuado para un valor superior a 0,6; en este caso, con un valor de 0,78,
indicó una adecuación apropiada de los datos para el AFE. Valores más altos indican una mayor
adecuación.
La prueba de esfericidad de Bartlett evalúa si la matriz de correlaciones entre los ítems es una matriz
de identidad, es decir, si los ítems son independientes. En este caso, el valor de p < 0,001 indicó que
los ítems no son independientes, lo que es deseable para un AFE.
Tabla 1. Resultados del análisis de confiabilidad y validez para el cuestionario sobre percepción de
embarazadas sobre las barreras para el acceso al control prenatal
Las cargas factoriales muestran la relación entre los elementos originales de la escala y los factores
identificados en el AFE. Las cifras entre paréntesis se corresponden con los valores de cargas factoria-
les. Por ejemplo, en el Factor 1, "calidad de las instalaciones" tuvo una carga de 0,72, lo que significa
que esta pregunta está fuertemente relacionada con el primer factor identificado, que se podría inter-
pretar como la satisfacción con las instalaciones del centro de salud. El AFE reveló que la calidad de
las instalaciones, barreras individuales/psicosociales, acceso al ginecólogo y barreras institucionales
fueron los cuatro factores principales relacionados con las barreras para el ACP. Estos resultados
respaldan la confiabilidad y validez del cuestionario y proporcionan información valiosa para su uso
en futuros estudios sobre la percepción de las embarazadas sobre las barreras para el ACP.
Los valores del estadígrafo V de Aiken proporcionan una medida de la consistencia interna en
cada factor. Valores más altos indican una mayor consistencia interna. En este caso, los valores
son relativamente altos, lo que sugiere una buena consistencia interna en cada uno de los factores
identificados en el análisis factorial exploratorio.
La Tabla 2 muestra las características sociodemográficas de las embarazadas atendidas en el Centro
de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón de Tosagua en Manabí, durante el periodo marzo-agosto
2023.
Como se observa, la mayoría de las embarazadas tenían entre 25 y 30 años (79,74 %) eran de procedencia
rural (77,78 %) y tenían nivel de escolaridad secundaria (37,91 %). Alrededor de la mitad de las
gestantes eran casadas (47,06 %) y trabajaban (47,71 %). Más de la mitad (71,9 %) tenía un ingreso
familiar promedio de un salario básico.
Tabla 2. Características sociodemográficas de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
Los datos gineco-obstétricos de las embarazadas se exponen en la Tabla 3. Puede apreciarse que el
inicio del control prenatal en el 83,01 % se realizó en el primer trimestre, y que más de la mitad de las
gestantes (56,86 %) tuvo entre 4 y 6 controles prenatales. También se observó que la mayoría estaba en
su segunda gestación (47,06 %) y que predominó el parto vaginal (56,86 %), período intergenésico
entre 1 y 2 años (47,71 %) y sin abortos previos (71,9 %).
Tabla 3. Datos gineco-obstétricos de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
La percepción de barreras al control prenatal se refiere, en este caso, a cómo las mujeres embarazadas
perciben los obstáculos, desafíos o dificultades que enfrentan al acceder y recibir atención médica
prenatal adecuada y oportuna durante el periodo de gestación. Estas barreras pueden ser de naturaleza
variada y pueden incluir aspectos económicos, geográficos, culturales, sociales, o de otro tipo que impi-
dan o dificulten la búsqueda y participación en el cuidado prenatal.
cc
BY NC ND
ISSN-impreso 1390-7581
ISSN-digital 2661-6742
Volumen 18
Número 1
57
REE 18(1) Riobamba ene. - abr. 2024
En relación con las barreras asociadas a la calidad de la atención en el centro de salud (Tabla 4), se encontró
que para la mayoría de las embarazadas la accesibilidad fue considerada lejos y difícil (68,83 %), mientras
que la calidad de las instalaciones fue buena (43,14 %). Más de la mitad de las gestantes percibió como
conveniente el horario de atención (62,09 %), sin embargo, para la mayoría, el tiempo de espera fue de
entre 15 y 30 minutos (60,78 %) y tuvo dificultades para el acceso al ginecólogo (71,9 %).
Tabla 4. Percepción de las embarazadas en relación a las barreras asociadas a la calidad de la atención
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En la Tabla 5 se muestran las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales
asociadas a la calidad de la atención de embarazadas en el centro de salud de Tosagua.
Tabla 5. Percepción de las barreras individuales/psicosociales, socioeconómicas e institucionales asocia-
das a la calidad de la atención de las embarazadas
Letras diferentes, para cada variable, indican diferencias significativas (p ≤ 0,05) a partir de la prueba de Tukey-Kramer.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales se observó que más de la mitad de las embarazadas
tuvo un embarazo no planificado, no deseado, con síntomas de depresión y desmotivación; mientras que
un elevado porcentaje (88,89 %) tuvo dificultad para asistir a las consultas por el cuidado de los demás
hijos. Por otro lado, pocas gestantes reportaron olvido de citas médicas y falta de confianza en el personal
de salud que las atendió.
Por otro lado, entre las barreras socioeconómicas que impidieron el ACP se destacaron las dificultades
económicas (90,2 %), dificultades para el traslado a la institución prestadora de los servicios (93,46 %) y
dificultad por quehaceres domésticos (87,58 %).
Las principales barreras institucionales que incidieron en el ACP fueron el difícil acceso a las citas para
la consulta (98,69 %), tiempo de espera prolongado para su atención (97,38 %) y poco tiempo de duración
de la consulta (96,08 %).
Las embarazas percibieron que las barreras individuales/psicosociales fueron las que más afectaron el
acceso al control prenatal, con 901 respuestas; seguido de las barreras socioeconómicas y barreras
institucionales, con 502 y 462 respuestas, respectivamente.
En el caso de las mujeres con embarazo no deseado, los valores de la OR proporcionados indican la mag-
nitud de la asociación entre la presencia de una barrera específica y la probabilidad de no asistir al control
prenatal, en comparación con la ausencia de esa barrera. Además, los intervalos de confianza (IC) al 95 %
y los valores de p muestran la precisión y la significancia estadística de estas asociaciones.
Como puede observarse, las variables embarazo no planificado, dificultades económicas, dificultades
para el traslado, difícil acceso a citas para la consulta, tiempo de espera prolongado y poco tiempo de
duración de la consulta, presentaron una OR > 1; lo que indicó que la presencia de la barrera estuvo
asociada con una mayor probabilidad de no asistir al control prenatal en comparación con la ausencia de
esa barrera. Los IC no incluyen el valor 1, lo que indica que estas asociaciones fueron significativas.
Por otro lado, la hospitalización relacionada con el embarazo, poca importancia al control por creencias
culturales, dificultad para obtener permiso en el trabajo, no le permiten asistir al control prenatal,
insatisfacción por la atención recibida y trato inadecuado por parte del personal, tuvieron una OR <
1; indicando que la presencia de la barrera estuvo asociada con una menor probabilidad de no asistir
al control prenatal en comparación con la ausencia de esa barrera. Nuevamente, los IC no incluyeron
el valor 1, lo que sugiere significancia estadística.
En cuanto a las variables depresión y/o no sentirse bien, desmotivación por estado anímico, problemas
familiares o de pareja, no le gusta ir sola a las citas, sola, sin pareja estable, sentimientos negativos sobre
ver médicos e insatisfecho con tratamiento por proveedor, tuvieron una OR cercana a 1; relacionado con
una asociación más débil entre la barrera y la probabilidad de no asistir al control prenatal.
Es necesario comprender que la percepción de estas barreras es crucial para abordar y eliminar
obstáculos reales o percibidos que puedan afectar la salud de la madre y el feto, y garantizar que las
gestantes reciban la atención médica necesaria para un embarazo saludable.
DISCUSIÓN
Los resultados sobre el inicio del control prenatal en el primer trimestre se consideran positivos, ya
que es fundamental garantizar un monitoreo adecuado del embarazo desde sus primeras etapas. El
inicio temprano del control prenatal permite la identificación temprana de riesgos e implementación
de intervenciones preventivas.(19)
La experiencia previa en la maternidad puede influir en la percepción y el comportamiento de las
gestantes en cuanto al control prenatal.(20) Las mujeres con experiencia previa pueden ser más
conscientes de la importancia de la atención prenatal y, por lo tanto, buscar atención más temprano
y seguir recomendaciones médicas con mayor regularidad.
Machado et al.(21) investigaron los factores asociados a la falta de asistencia al control prenatal. En este
trabajo informaron resultados similares en cuanto al nivel de escolaridad secundaria para la mayoría
de las gestantes; sin embargo, contrario a los resultados del presente estudio, la mayoría de las gestantes
residían en zonas urbanas, convivían en unión libre y eran vinculadas al régimen subsidiado.
El mayor porcentaje de gestantes atendidas en el centro de salud Biblián en Cañar, perteneció al sector
rural, no culminaron la educación general básica y se desempeñaba como amas de casa o con actividad
económica no remunerada.(22) Las características sociodemográficas de las gestantes del presente estudio
condicionaron un ambiente de inestabilidad familiar que influyó negativamente en la asistencia de
controles prenatales.(21)
En la presente investigación, el porcentaje de gestantes que inició su control prenatal en el primer
trimestre fue superior al 58,4 % informado por Machado et al. (21). Por otro lado, mientras la mayoría
de las gestantes tuvo entre 4 y 6 controles prenatales, en el trabajo citado previamente, casi la totalidad
(92,9 %) de las gestantes asistió a menos de 4 controles prenatales. Se ha reportado que la asistencia
a menos de 4 controles prenatales representa un factor de riesgo obstétrico y constituye un factor de
riesgo para el binomio materno fetal.(23)
La atención prenatal inadecuada se asocia con malos resultados obstétricos, incluidos parto prematuro,
preeclampsia y muerte fetal,(24) y las mujeres con bajo estatus socioeconómico tienen menos
probabilidades de recibir atención prenatal.(25) Es así que, el riesgo de parto prematuro, preeclamp-
sia y diabetes gestacional aumenta tanto con una atención prenatal inadecuada como con un nivel
socioeconómico bajo.(24)
De acuerdo a lo reportado por Machado et al.(21) la mayoría de las gestantes (47,65 %) estaba en su primera
gestación, contrario a los resultados de esta investigación. Por su parte, el parto vaginal y período
intergenésico entre 1 y 2 años fue predominante al igual que en el presente trabajo. Un periodo intergenésico
inferior a 2 años se relaciona con una evolución perinatal adversa, como prematuridad, ruptura uterina, bajo
peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino, entre otras.(26)
García-Balaguera(27) informó que la mayoría de las gestantes tuvo bajos niveles de ingreso y escolaridad
de la madre; aunque asistieron a cuatro o más controles, el inicio del control prenatal fue en el segundo
trimestre. Por otro lado, Neutens(28) planteó que el transporte es una barrera para la atención prenatal; en
este estudio no se evaluó este factor; sin embargo, las gestantes afirmaron que el acceso a la institución
de salud era difícil y quedaba lejos de sus hogares.
Según Quinde y Romero(22) la mayoría de las gestantes expresó su conformidad con la accesibilidad al
control prenatal, tiempo de espera, buen trato, así como confianza y respeto por el personal de salud. En
contraste, algunas gestantes (5 %) indicaron que el tiempo de espera fue superior a dos horas.
En cuanto a las barreras individuales/psicosociales, la depresión, desmotivación por estado anímico,
problemas familiares o de pareja y embarazo no deseado, también fueron las principales barreras que
incidieron sobre la calidad de la atención prenatal en el trabajo de Machado et al.(21) También el olvido
de citas fue un problema frecuente, contrario al presente trabajo.
Se ha demostrado que los cambios físicos y hormonales afectan el estado anímico de las gestantes, lo que
puede afectar la asistencia al control prenatal al no tener compañía para las citas, estar deprimidas o la
multiparidad.(22) Además, se ha demostrado que las exigencias en el trabajo, responsabilidades en el
hogar, exigencias físicas y emocionales de tener un hijo y cuidar de un nuevo bebé, estabilidad financiera
y los cambios hormonales generan estrés durante el embarazo.(29)
Al igual que en esta investigación, las dificultades económicas y el traslado a la institución de salud se
han señalado como las principales barreras socioeconómicas(21). La situación económica de la familia es
una de las barreras que más afectan el control prenatal. Las familias en estado de pobreza asisten menos
a la atención prenatal.(30) Por otra parte, el tiempo de espera prolongado y poca duración de la consulta
fueron las principales barreras institucionales en esta investigación y en la de Machado et al.(21)
El estatus socioeconómico es uno de los factores más importantes asociados con los resultados médicos;
generalmente un nivel socioeconómico bajo se relaciona con atención médica inadecuada.(31) Un nivel
socioeconómico bajo de gestantes se asocia con complicaciones del embarazo como aborto, parto prema-
turo, preeclampsia, eclampsia y diabetes gestacional.(24)
Mujeres con morbilidad materna en Antoquia, Colombia, señalaron que las principales barreras de ACP
fueron, el difícil acceso a los servicios de salud, falta de experticia de los profesionales y ausencia de
personal especializado.(32)
Similar a los resultados del presente estudio, Nepal et al.(33) informaron que las principales barreras de
ACP fueron el embarazo no planificado, falta de apoyo emocional por los miembros de la familia y
dificultades económicas.
Teniendo en cuenta las barreras individuales/psicosociales identificadas, es necesario trabajar en brindar
un ambiente de atención dirigido a abordar los aspectos emocionales y psicosociales que pueden influir
en la participación de las embarazadas en el control prenatal.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el aspecto financiero representa un obstáculo significativo
para las embarazadas en el acceso a la atención prenatal; en este sentido, se requieren estrategias y
políticas que brinden un mayor apoyo a las embarazadas en situaciones económicas desfavorables.
CONCLUSIONES
Esta investigación brinda una visión general de la percepción de las embarazadas sobre las barreras
para el ACP en el Centro de Salud Tipo C Dr. Arnaldo Calderón. Considerando las respuestas de las
embarazadas, se puede plantear que la mayoría percibió que el ACP se afectó por el difícil acceso a las
citas para consulta, tiempo de espera prolongado, poco tiempo de duración de la consulta, dificultad
para el traslado a la institución, dificultades económicas, por los quehaceres domésticos; además, de
embarazos no planificados, dificultad por el cuidado de los otros hijos y poca importancia al control
prenatal. Los resultados resaltan la importancia de mejorar la calidad de la atención, abordar las barreras
individuales/psicosociales y socioeconómicas, así como fortalecer los aspectos institucionales para
garantizar un acceso adecuado y oportuno al control prenatal.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Contribución de los autores
María Vicenta Cano Montesdeoca trabajó en la conceptualización, curación de datos, análisis formal,
investigación, metodología, visualización, redacción del borrador original, revisión y edición.
Dadier Marrero González participó en la curación de datos, análisis formal, investigación, metodolo-
gía, supervisión, visualización, redacción, revisión y edición.
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