REVISTA DE LA FACULTAD DE
CIENCIAS DE LA SALUD
ISSN 1390-7581
REE Volumen 10 (2) Riobamba jul. - dic. 2016
DESARROLLO
La autorregulación de los mecanismos que influyen en los aspectos físicos, psicológicos y
sociales del ser humano, son expresión de la diversidad cognitiva que se presenta en este. Lo
antes dicho explica la necesidad de brindarle al individuo atención, afecto, confianza y
estimulación desde la etapa vital preescolar, como una vía para contribuir al desarrollo de la
comunicación adecuada entre este y su contexto sociocultural.(7)
El asertividad de la comunicación oral expresa la relación de correspondencia que se
establece entre el pensamiento y el lenguaje como proceso psicológico que puede ser
favorecido por la influencia que ejerce la educación preescolar en el desarrollo de esta. Así,
el proceso formativo del profesional de educación encargado de la enseñanza en esa etapa de
la vida ha de estar marcado por un enfoque integral, que incida en la adecuada formación de
la personalidad del infante a su cargo.
Ese proceso demanda de la formación de competencias profesionales que le permitan al
egresado actuar en el contexto específico de la educación preescolar, destacándose las
descritas por autores como Tenorio,(8) el que considera que las mismas deberían
desarrollarse para enfrentar el proceso educativo, entre las que se encuentran la valoración y
respeto por la diversidad y multiculturalidad; así como la capacidad creativa para identificar,
plantear y resolver problemas; además de aplicar los conocimientos en la práctica, aprender
y actualizarse permanentemente.
Al respecto, Rubio(9) plantea que el desarrollo de la competencia comunicativa en la
formación docente requiere de un análisis intercultural, que contribuya a la coexistencia de
visiones y estilos diferentes de vida. Marco conceptual desde el cual, el maestro contará con
las herramientas necesarias para configurar el desarrollo de la personalidad de sus
estudiantes.
Una mirada contemporánea dialéctico-materialista del objeto de trabajo del profesional de la
educación resulta fundamental para el éxito de la actividad del docente, la que le
proporcionará a este graduado universitario una visión integradora y flexible del ser
humano.(10) Desde esta perspectiva, el educador realiza una importante contribución a la
educación del individuo como unidad biopsicosocial, inacabado, educable y auto educable,
que aprende inmerso en un proceso de socialización, dentro de un contexto histórico
concreto, mediante el cual personaliza su percepción de la realidad.
De esta manera, la comunicación como elemento significativo de la formación de la
personalidad, constituye un factor esencial en el desarrollo de la naturaleza del infante, en el
cual es necesario considerar al niño como sujeto activo que interacciona con su ambiente
social y material, los que condicionan dicho proceso comunicacional.(11)
Rodríguez Arocho(11) retoma las teorías de Vigotsky, para demostrar el papel del “otro”
como potenciador del desarrollo, capaz de organizar y estructurar conscientemente el
proceso de apropiación del conocimiento. Este autor defiende que cualquier función en el
desarrollo cultural del niño aparece en los planos social y psicológico, destacándose la forma
multidimensional en que se establece la relación entre la acción humana (incluida las
actividades mentales como recordar y razonar) y los contextos históricos culturales.
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